Tras la Barra

Bodeguita de Pilato: El nuevo lugar de encuentro 'de toda la vida' en la Puerta de Carmona

Tras la barra: Bodeguita Pilato. / Juan Carlos Muñoz

Sandra y Sandro se han convertido en poco más de un año en unos vecinos más de la Puerta de Carmona. Tanto como si de niños se hubieran dejado las rodillas en los chinos de la plaza de Pilatos o aprendido sus primeras letras de mano de las Mercedarias. No fue así, ni falta que hace.

Llegaron en noviembre de 2022 con la idea de montar el concepto de bar que ellos buscaban como clientes. "Queríamos ser un bar para la gente de Sevilla y que nuestros clientes se convirtieran en nuestros amigos. Cuando me enseñaron este local, me encantó el sitio porque todavía es muy barrio a pesar de que el centro cada vez está más diluido", explica Sandra de los Santos quien con su marido Sandro Vergara regentan la Bodeguita de Pilato, por eso también el bar es conocido como Los Sandros.

Una charla con amigos, un vino superior y un queso de verdad. Los ingredientes para desconectar la ansiedad cotidiana y conectar con la buena vida. "Vienen mucho por la mojama, los quesos –imprescindible el andazul de Cádiz–, la manzanilla, los generosos y los vinos especiales. Unos que traemos de bodegas pequeñas y que están espectaculares. De la tierra no tengo nada  porque los he ido retirando al no tener salida. Estoy buscándolos porque creo que debemos tener vinos andaluces".

A pesar de que es tipo abacería tiene buenos guisos como el bacalao con tomate, el atún encebollado o los garbanzos con cola de toro. Los quesos y las chacinas son de gran calidad y no faltan las tapas de siempre como la ensaladilla o las papás aliñás, ni unos buenos caracoles cuando llega la temporada. Sin olvidar los chicharrones en sus versiones gaditana y sevillana. "Para que funcione solo hay un secreto, la mejor calidad".

La decoración de cada bar dice del local tanto como su carta de vinos. Hay muchos guiños. No falta el calendario de la Ferretería Puerta de Carmona, ni el cuadro con la Virgen de la Luz, el Cristo de la Salud y Buen Viaje y la Virgen de los Desamparados, el minucioso mantón bordado y, ahora, cuadros del Cristo de la Ventana del artista Manuel Caliani.

Pero uno de los detalles que hacen familia en Pilato es el de los jarrillos personalizados. Hay 110 personas que beben su cerveza o vino en el jarrillo de lata con su nombre que se cuelga en la zona de la barra. Llegan a su bar y tienen su jarra. Más casero, imposible. "Son como los auténticos, de aluminio y los últimos los tuve que traer de Portugal porque aquí no había. Hay lista de espera de clientes que quieren guardar aquí su jarra, pero no tenemos más sitio", explica Sandro Vergara.

Y además, el nombre. Llegó casi por casualidad. "Comenzamos a limpiar la fachada y nos encontramos el azulejo". Curioso el personaje de Pilato. En apenas cincuenta metros tiene plaza, casa y bodeguita.

La Puerta de Carmona es una zona eminentemente cervecera "pero desde que traemos buenos vinos de bodegas pequeñas nos estamos encontrando con clientes que vienen expresamente a tomarlos, sobre todo extranjeros aunque los españoles cada vez se están acercando más a los vinos".

Pero lo mejor de esta taberna es que, como ocurre en las grandes familias, hay sitio para todos. En las familias grandes y numerosas, mayores y jóvenes se mezclan. Aquí pasa lo mismo. Es fácil estar en una mesa y que de repente un muchacho se gire y te diga que es Juan, el hijo de tu amiga de toda la vida. Cuando dejaste de verlo tenía ocho años y las rodillas llenas de cardenales de jugar al fútbol y ahora lleva a su bebé en el carrito.

Bodeguita de Pilato está en la calle San Esteban número 34. Abre todos los días. De lunes a jueves, de 12:30 a 16:00. De viernes a domingo está abierto todo el día a partir de las 12:00. 

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