Monticello

Víctor J. Vázquez

vvazquez@us.es

Milei o la Fortuna de un presidente

Milei aparece a mayor gloria de la movilización del voto socialista español en los próximos comicios

Aestas alturas de su biografía es difícil negar que el destino del presidente Sánchez no haya estado determinado, sustancialmente, por su propia acción. En términos clásicos, digamos maquiavélicos, su ejecutoria sería exponente de esa virtud no moral que define la capacidad de quien posee el poder para ser artífice de su propio destino. Los episodios de esta audacia inmoral, es decir, no atada a principios sino a un cálculo pragmático de la realidad, son por todos conocidos. Pedro Sánchez es un maestro del anticipo, del tiempo político. En todo caso, en su biografía política no se debe desdeñar la Fortuna, la presencia de una suerte que secunda su acción y que, en esta campaña electoral europea, ha hecho acto de presencia con la visita del jefe de Estado argentino, Javier Milei, el hombre que habla con los perros, personalidad fetiche en los fastos de los ultras europeos celebrados ayer en Vistalegre, a mayor gloria de la movilización del voto socialista español en los próximos comicios. El desprecio a la justicia social, en tanto artefacto para perdedores y zurdos, ha sido el eje ideológico del discurso político del argentino, no muy alejado, por cierto, del de la propia Isabel Díaz Ayuso, la cual imputaba igualmente a la justicia social la promoción de “una cultura de la envidia, del rencor y de buscar falsos culpables”. Este populismo libertario, con un importante sesgo anticristiano, como destacaba bien Juan Manuel de Prada, es también un discurso que impugna el centro de gravedad del gran pacto que se produce en el constitucionalismo europeo de posguerra, en el que se sitúa el compromiso estatal con la justicia redistributiva y la promoción de la igualdad material como un presupuesto básico de la propia legitimidad del sistema. La justicia social forma parte de la ideología constitucional de nuestra Carta Magna pero también de la propia construcción europea. La interpelación directa y ofensiva del presidente argentino a nuestro presidente del Gobierno y a su mujer, y la escenografía de todos los actos que ha protagonizado Milei en su visita para participar de los fastos reaccionarios, definen un momento de Fortuna para un Presidente, Sánchez, que ha apostado por que la política en nuestro país gire sobre una lógica binaria, bajo el pretexto de una emergencia democrática. Los hombres no pueden oponerse a su Fortuna, pero sí encararla, hacerla suya, decía el pensador florentino. A tiempo está el líder conservador para encarar la suya, y aclarar qué piensa él, como conservador europeo, de la justicia social y de cómo se ha comportado en España y con España el presidente que habla con los perros.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios