Habrá sido al alba y la Virgen ya ha recibido el fervor de los corianos en su casa de calle Real para que un año más, la gente de Coria se diga que está de más en la Aldea. De siempre, Coria dice ya no pintamos nada aquí cuando la Blanca Paloma ha recibido pleitesía coriana en las puertas de su casa hermandad. Y así como este Lunes de Pentecostés es día de fiesta continua en la inmensa mayoría de casas, los corianos festejan el día rumbo a Coria con pernocta en Hato Blanco. Es una peculiaridad coriana abandonar la Aldea antes que nadie. Bonito y triste a la vez el camino de vuelta y el de la gente de Coria es sin prisas pero sin pausas obligadas a causa de caravanas que la precedan. Nuevamente por El Chaparral y por Quema para llegar a casa el miércoles, un día antes que la mayoría. No son prisas, es costumbre.