EL compositor Don Pedro Morales Muñoz me confesó lo que yo ya sabía: su mejor marcha es La Soledad. Sorprende pues Morales nunca estuvo solo.

El maestro comenzó a conquistar Sevilla en la madrugada del 12 de abril de 1968 cuando acompañando a la Macarena con la Música del Soria 9, tuvo que entrar en un portal de la Campana para sobre un papel anotar las ideas musicales de su marcha Esperanza Macarena. Ahí comenzó el idilio entre Sevilla y Morales.Morales habría cumplido este año su centenario, nació en Lopera en enero de 1923. La fecha concreta de su nacimiento es difícil saberla pues en su libro de familia pone el 25, en su hoja de servicios el 20, en algún otro documento el 23 y en su DNI el 24.

El 10 de agosto de 2013, Morales estaba de veraneo con su familia en Benaocaz en las fiestas donde se suelta El toro enmaromado. En el pueblo habían contratado la charanga Los Sones. Dicha formación estaba compuesta por músicos de gran nivel que habían acompañado por medio mundo al bailaor Israel Galván: Miguel Ángel Delgado (profesor de oboe del Conservatorio Superior de Música de Córdoba), Fernando Méndez (trombón solista de la Municipal de Huelva), Fulgencio Orden (profesor superior de trompeta), Tomás López (saxofonista y tamborilero semifinalista en Tierra de Talentos), Juan Manuel Cutiño (tuba y compositor de éxito internacional), Esteban Torres (percusionista y carpintero de la actual puerta de la Basílica del Gran Poder de Sevilla).

Estando estos músicos en el pueblo, uno de ellos vio al maestro Morales. Sin pensarlo, de manera espontánea, para homenajear al maestro comenzaron a tocar Esperanza Macarena. Y Morales, con 90 años, al reconocer su música recobró la lucidez mental de antaño, se puso delante de los músicos y les dirigió su marcha. Del instante se conserva un vídeo que nunca se ha hecho público. Esta fue la última banda que dirigió Don Pedro. Morales compuso La Soledad pero nunca la conoció.

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