Orquesta Sinfónica Conjunta | Temporada 2023-24

La Sinfónica Conjunta crece

  • En su XIII temporada, la orquesta juvenil de Universidad y Conservatorio presenta para el curso 23-24 un programa con ocho conciertos

Un momento de la presentación de la temporada de la OSC esta mañana en Ingenieros

Un momento de la presentación de la temporada de la OSC esta mañana en Ingenieros / U.S.

En tiempos de contracciones sinfónicas, la Conjunta crece. Ha programado ocho conciertos que se celebrarán entre este mismo viernes 17 de noviembre y el 21 de junio de 2024. Crece pues en número (de los siete del año pasado), pero también porque sale de los límites oficiales de Sevilla para ofrecer uno de sus conciertos en la Ciudad del Conocimiento de Dos Hermanas. “El año pasado tuvimos algunos problemas para programar ensayos –comenta Juan García Rodríguez, director y alma mater del conjunto–. Buscamos por toda Sevilla sitios idóneos y nos costó encontrarlos. Este año hemos hallado ese, y nos parece que está muy bien. De hecho, el concierto que hacemos en el Central también lo ensayamos ahí”. Porque la OSC también va (casi) por primera vez al Teatro Central: “Hicimos en formato camerístico hace años una Historia del soldado en la Sala B. Lo cierto es que el espacio para la orquesta tiene una acústica un poco seca, pero para la banda está fenomenal”. De los ocho conciertos programados, tres lo son en efecto para esta Banda de vientos que de la mano del clarinetista Camilo Irizo lleva años ganando espacio.

De todos modos, el Auditorio de Ingenieros sigue siendo la principal sede del conjunto (tres de los ocho conciertos se celebrarán allí), pero también se visita el Auditorio de Arquitectura, la Sala Manuel García del Maestranza y el Patio del Conservatorio Superior, este último en un concierto programado para las conocidas Noches del Carmen, y que ofrecerá la Banda justo un día antes de la clausura.

Como suele ser habitual, el conjunto universitario centra su campo de actuación en la música del siglo XX. De hecho, de las 25 obras programadas, sólo hay dos escritas en el XVIII (dos sinfonías de Haydn, la muy conocida 101 y la 1, una curiosidad), cinco en el actual siglo y las dieciocho restantes pertenecen al XX, diez de ellas a la segunda mitad de la centuria. Frente al incomprensible olvido de la ROSS, la OSC sí participa en el año Ligeti, celebrado por todo el mundo: de hecho será con Atmósferas –la legendaria partitura que el maestro húngaro escribió en 1961 y Kubrick utilizó en su 2001– con la obra con la que abrirá el próximo viernes su temporada. También se programa la música de otro compositor fundamental en el desarrollo de la modernidad, por completo olvidado igualmente por la ROSS, Edgar Varèse, de quien volverán a tocar Ionisation, una de las partituras para percusión más fascinantes y absorbentes del repertorio.

La Orquesta Sinfónica Conjunta con Juan García Rodríguez en el podio La Orquesta Sinfónica Conjunta con Juan García Rodríguez en el podio

La Orquesta Sinfónica Conjunta con Juan García Rodríguez en el podio / US

Entre las obras más populares se cuentan el Concierto para violonchelo nº1 de Shostakóvich y la 2ª sinfonía de Rajmáninov, que cerrará el curso. Dentro del repertorio más o menos convencional, García Rodríguez ha programado además obras no demasiado interpretadas, como el Concierto para oboe de Vaugham Williams, las Danzas sacra y profana para arpa y orquesta de Debussy, el Concierto para piano en fa de Gershwin y se ha atrevido con la de Sibelius, una de las sinfonías más desafiantes de la primera mitad del siglo XX, muy poco programada por su supuesta dificultad para espectador e intérpretes (en realidad, es una obra llena de bellezas, en espera de ser desveladas). Sin salir del ámbito nórdico, el director de la OSC ofrecerá igualmente un par de piezas de Poul Schierbeck, colaborador de Dreyer, quien utilizó esta música en su inmortal Ordet.

Los conciertos de la banda sinfónica reúnen el plantel de compositores menos conocidos: hay una obra que César Camarero escribió este mismo año para la Banda Municipal de Sevilla, hay piezas de Virgil Thomson, Leo Brouwer, Salvador Brotons y Eugène Bozza, que suelen pasar de vez en cuando por los escenarios cercanos, pero también habrá música de James Curnow, Karel Husa, Louis Franz Aguirre, Daniel Sprinz, Henri Algadafe, James Barnes y José Luis Represas Carrera, nombres de escasa circulación.

De los siete solistas que participan en la temporada (sólo en el concierto del Conservatorio no hay ninguno), dos son profesores del Superior y el resto alumnos o exalumnos escogidos de una bolsa creada a partir de audiciones específicas: “Se nos van acumulando, pero es que no tenemos capacidad para programar más”, comenta García Rodríguez. Eso también sería subsanable. Con más recursos. La apuesta lo merece.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios