Cuesta pensar que con estas temperaturas algún día vaya a ser otoño. Pero, ¡cuántas ganas hay de que llegue! Aburridos de shorts, vestidos y camisetas de tirantas, los armarios empiezan a querer en su interior otro tipo de prendas. Porque, si hay una estación que plantee un amplio abanico de estilismos, esa es sin duda el otoño. El frío no es glacial, por lo que no es necesario llevar más capas que una cebolla, y el calor da una tregua para poder recurrir a la tan adorada ropa de entretiempo. Aunque éste en el sur dura poco, hay muchas posibilidades a la hora de vestir en otoño y parecer toda una it girl.
Las prendas que uno elige a la hora de vestir siempre suelen depender del contexto en el que se enmarquen. Por eso, no se acude a trabajar vestido de igual modo que a un bar la noche de un viernes. Inmersos en plena cultura de lo casual, a la hora de ir a trabajar este año van a triunfar las chaquetas de corte masculino y cuadros. La clave es combinarlas con camisetas básicas y vaqueros de corte boyfriend y un par de mocasines en los pies, todo un must esta temporada.
Para ir de calle o para los planes de fin de semana el vaquero sigue siendo un clásico, pero esta vez priman los pitillos y con efecto desgastado. Éstos se pueden combinar con camisetas informales con algún mensaje o dibujo, una tendencia en alza esta temporada.
Para darle un toque de elegancia al look hay que recurrir a las clásicas gabardinas que, manteniendo su diseño, este año se pueden ver en todo tipo de tejidos y colores, aunque la tonalidad estrella es el beige. Para remarcar más el toque informal cálzate unas zapatillas retrorunning y listo.
Otras de las tendencias de esta temporada son el cuero, que cambia el clásico negro por tonos más vivos como el rojo, y se acompaña de tachuelas. Ideal para una noche de fiesta en la que se busque la combinación de estilismos. También van a estar muy presentes las chaquetas de vaqueras tipo boyfriend y el estampado de vichy.
Pilar Larrondo
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