Tiempo para desconectar leyendo, el verano

El verano, época de retomar lecturas

El verano, época de retomar lecturas

El verano, época de retomar lecturas

Esperanza Alcaide, librera del Gusanito Lector lleva toda la vida rodeada de páginas. Ha visto pasar muchas épocas y afirma que la crisis ha causado estragos en el negocio del libro.

Sin embargo, asegura que el verano refuerza las ventas. Es el momento del año en que las personas pueden nutrirse, aprender y retomar todas aquellas lecturas que un día tuvieron que dejar por el estrés del trabajo, la familia y las obligaciones.

Ella misma confiesa que, cuando regresa a casa agotada por la jornada, le es difícil ponerse con un ensayo. Pero entonces, irrumpe el verano en la rutina regalando tiempo para leer todos los clásicos literarios que se relegaron al olvido entre las estanterías.

A pesar de ello, la poesía continúa siendo un género minoritario frecuentado sobre todo en otoño e invierno. "Conforme la gente va quitándose la ropa, va dejando también los poemas. Se vuelven más carnales", asegura Esperanza, añadiendo que ciertos lectores son fieles a los versos todo el año.

Pero como sobre gustos no hay nada escrito, en la librería Reguera, lo que mejor se vende durante la estación son las novelas policiacas con historias sencillas. Causa especial furor la última novela de Julio Muñoz Gijón, Un hombre-lobo en El Rocío. También despuntan durante los meses de julio y agosto, los libros de bolsillo y las guías de viajes, que "antes de la crisis solían ser a lugares más lejanos".

En el escaparate de la librería Extravagante se pueden ver mapas y libros para dar la vuelta al mundo. Entre sus ejemplares más exitosos se encuentran también las guías de viaje cuyas ventas aumentan especialmente en verano. Pero el género narrativo que mejor se comercializa durante el periodo vacacional es el del entretenimiento.

Joaquín, el librero, comenta que para luchar contra esta tendencia, Extravagante lleva haciendo, desde la feria del libro, una apuesta especial por ciertos tomos. Gracias a ella han conseguido aumentar la popularidad de diversos manuscritos tales como: Diarios de Bicicleta de David Byrne, Una habitación propia de Virginia Wolf y Tú no eres como otras madres de Angelika Schrobsdorff.

Por su parte, la librería Un gato en bicicleta determina que el verano no cambia especialmente los gustos de los clientes. El lector que se adentra en sus estanterías no busca un objetivo fijo, sino descubrir ese ejemplar que nunca antes había visto.

Parece que la frase del francés Roland Barthes: "La literatura no permite caminar, pero ayuda a respirar" es la máxima que siguen los sevillanos. En esta época la respiración retoma su cauce tranquilo fluyendo por entre las hojas de los libros. Unas hojas que continúan siendo de papel porque "a pesar de los nuevos aparatos y de la comodidad de llevar 30 libros en uno, las palabras sólo entran dentro si están escritas en tinta; si puedes olerlas" concluye Esperanza.

Raquel Verdugo

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