Paris Fashion Week

El prêt-á-porter de París

Modelos desfilando con las propuestas de Felipe Oliveira Baptista.

Modelos desfilando con las propuestas de Felipe Oliveira Baptista.

La casa Guy Laroche apuesta por una mujer elegante, cuyas prendas llevan impresos los colores de Los Angeles -azul marino, gris, blanco o el rosa del atardecer-, como defendió en su desfile que se celebró en un espacio acondicionado en el jardín de las Tullerías.

Además de la ciudad californiana, el modisto franco-sueco Marcel Marongiu ha tomado como referencia Brasilia y la arquitectura de Oscar Niemeyer, como se puede apreciar en unos estampados geométricos y "futuristas".

El "pret-á-porter" de Guy Laroche se caracteriza por la elegancia y la sofisticación que aportan unos cortes regulares, en ocasiones alterados por colores inesperados, como puede ser el forro de la chaqueta o la imprensión amazónica de los tejidos que combate la sobriedad cromática.

"Una colección es como un cuadro: vemos el conjunto y tiene que tener sentido, pero también algo que sorprenda. De ahí los toques de color", comentó Marongiu. Las faldas y vestidos bajan hasta la rodilla, los "shorts" se convierten en bermudas y los pantalones destacan por la altura de su cintura, mientras reducidos "tops" se adueñan del torso femenino.

El "graffiti" y el "hip hop" han sido la fuente de inspiración del diseñador portugués Felipe Oliveira Baptista, quien confesó su interés por "la libertad, la novedad y la espontaneidad que estos movimientos tuvieron al principio".

Esta actitud queda reflejada en el "caos" y la "alegría" de unos modelos geométricamente desiguales, en un "patchwork" de texturas, colores y retales. Los pantalones "baggy" y los vestidos tipo camiseta son un "must" de la casa del estilista portugués, también director artístico de Lacoste, para la primavera-verano 2013.

Las aperturas espontáneas de las prendas desembocan en gasas con estampados de animales que se ajustan a la piel, mientras las mangas kimono moldean los modelos. El cuero, el crepé, la seda y el nailon translúcido asumen la multiplicidad cromática: desde el azul marino, el blanco y el caqui, hasta "colores más fuertes, casi primarios" que terminan entremezclándose en una inmensa paleta.

"Las camisas de hombre con hombros exagerados, las chaquetas masculinas y los pantalones anchos" evocan el universo varonil, como explicó Felipe Oliveira Baptista, quien reconoció que sus modelos reflejan la tensión entre lo masculino y lo femenino.

El ambiente de una gran ciudad, como París cuando se vacía durante las vacaciones de verano, ha inspirado al francés Alexis Mabille, cuya colección de "pret-á-porter" presentó a orillas del Sena.Los cuadros "vichy" han sido el denominador común de vestidos, pantalones, camisas y chaquetas en el afán del diseñador por jugar con lo campestre de estas geometrías y oponerlas al rasgo urbanita de la colección.

Alexis Mabille aseguró que quería "romper los códigos del romanticismo" con estas prendas que se mueven entre el rosa palo y el azul cielo con violentas irrupciones de negro. Los recurrentes encajes y bordados, las largas faldas "gipsy" y las joyas inspiradas en el siglo XIX hacen que esta colección sea "atemporal", como expresó su creador.

El belga Dries Van Noten ha desfilado en la pasarela parisiense con unos modelos de reminiscencias masculinas en las que el tartán y las flores han sido la nota dominante, además de tonalidades oscuras en prendas "oversize" para una colección "grunge".

EFEstilo

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