Nuevo best-seller

'La venganza viste de Prada'

La escritora Lauren Weisberger EFE/Mike Cohen

La escritora Lauren Weisberger EFE/Mike Cohen

La periodista Andy Sachs y la implacable editora Miranda Priestly, las protagonistas de la novela El diablo viste de Prada, reviven su historia de amor odio en la secuela La venganza viste de Prada, aunque el tiempo ha pasado "y ya no son las mismas", dice la autora, Lauren Weisberger.

Editada en español por Planeta, la segunda parte del best-seller que David Frankel llevó a la gran pantalla en 2006, con Meryl Streep y Anne Hathaway como protagonistas, vuelve a cruzar en el camino a la asistente Andy Sachs y a Miranda Priestly, editora de la revista femenina Runway, "ahora distintas” pero, en esencia, "las mismas", explica la escritora estadounidense.

Atrás quedaron los años en que Sachs, la ingenua ayudante de El diablo viste de Prada, sufría las extravagantes exigencias de su despiadada jefa, Miranda Priestly, la malévola editora que, en esta nueva entrega, regresa a la vida de su exempleada, a punto de casarse, con la misma filosofía: hacerle la vida imposible.

Ni la crisis del papel ni el conocido "las segundas partes nunca fueron buenas" han logrado disuadir a Weisberger de publicar la segunda parte de la novela que le lanzó al éxito -en España, se vendieron 300.000 ejemplares según la editorial, cuatro millones en todo el mundo-.

Las similitudes entre Miranda Priestly, la editora en el libro de la revista Runway, y la directora de Vogue en Estados Unidos, Anna Wintour, para quien Lauren Weisberger trabajó en una ocasión, provocaron la curiosidad de lectores en todo el mundo sedientos de conocer los entresijos de una redacción que, en el libro, es una demostración de darwinismo: solo sobrevive el más fuerte.

La poderosa Wintour, un icono de la moda, "la moda misma", según la definen, acudió a la presentación del film dirigido por David Frankel vistiendo, con ironía y humor, un modelo de Prada.

"Los libros no persiguen retratar a nadie, aunque no es un secreto que mi experiencia en Vogue ha servido para documentarlos", explica Weisberger, feliz de ver cómo Andy, su álter ego sobre las páginas, ha madurado en la secuela de esta obra que nace de la observación, magnificada, de un sector especialmente competitivo.

La autora que da vida a esta saga de jefas arpías y aprendices en apuros recibió las felicitaciones de sus lectores por “la valentía" que demostró al sacar a la luz los trapos sucios de ese mundillo, aunque Weisberger (Pensilvania, 1977), escribió el libro sin tabúes porque creyó "que no lo leería nadie".

La esencia de Andy Sachs, Miranda Priestly y Emily Charlton (la amiga de Andy) permanece inalterada en "La venganza viste de Prada", aunque sus situaciones personales y profesionales hayan cambiado.

Sachs dirige ahora una revista para novias, The Pungle, y está a punto de contraer matrimonio y de revivir una ingrata experiencia junto a la que fuera su jefa, Miranda Priestly, quien forma parte del grupo editorial que pretende comprar el magazine de Sachs.

Andy ya no es la inocente joven "que tenía miedo de su sombra", afirma Weisberger, sino una empresaria de éxito que tendrá que probar su nuevo "yo" ante esa editora por la que siente, a la vez, repudio y admiración, una persona poco sensible cuya sinceridad, a veces hiriente, sobresale entre tanta hipocresía.

Lauren Weisberger, autora también de Persiguiendo un diamante y Cómo ser lo más de Nueva York, ha recorrido países como Israel, Egipto o Hong Kong y ha trabajado, tras su experiencia en Vogue, para una revista de viajes, "amo viajar", confiesa.

Este espíritu aventurero podría reflejarse en una tercera parte de la saga, según explica, aunque primero tendrá que medir si la historia despierta el mismo interés entre los lectores con el termómetro de las ventas. "En menos de dos meses", según la editorial, se han vendido 12.000 ejemplares en España.

"En un futuro, puede que Andy abandone el lugar que ha sido su casa durante tanto tiempo, porque no me la imagino criando siempre a sus hijos en la ciudad", adelanta la autora estadounidense.

EFE

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