Las Campanadas se han convertido en todo un espectáculo televisivo

Excesivo espectáculo

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Las Campanadas se han convertido en todo un espectáculo televisivo. En Nochevieja era máxima la expectación por ver los modelitos de los encargados de dar la bienvenida al nuevo año desde la Puerta del Sol. Durante la cena la espera se hizo dura. Los programas que emitieron las cadenas antes de las Campanadas fueron inaguantables.

En Telecinco La Noche en Paz solo sirve para comprobar cada Navidad que hay artistas que siguen cantando y actuando, porque el resto del año no hay ni rastro de ellos. En La 1 José Mota estuvo correcto, pero ni mucho menos fue su mejor especial. Tanta política en una noche para estar felices sobra. Después Eva González, Pepe Viyuela y Carolina Cerezuela presentaron un programa similar al de Telecinco que brilló por el aburrimiento. Más de lo mismo en Canal Sur. Una gala con los mismos artistas que fueron a Telecinco y La 1 pero además aquí hay que añadir que la presentaba Poty. En Cuatro Gym Tony, serie que aún no entiendo cómo sigue en antena. En Antena 3 no se complicaron, recordaron los mejores momentos de la televisión del último año. Y en La Sexta, aunque El club de la comedia siempre sea una buena opción, esa noche no es la mejor. Es una noche en la que no se puede estar cien por cien atentos a lo que cuentan los monologuistas y uno se acaba perdiendo.

Por fin llegó el momento de conectar con la Puerta del Sol. Comenzaba el zapping por todas las cadenas para ver el show. Y qué show dieron en tan solo 20 minutos de reloj. Se trataba de a ver quien podía más a través de los looks de los presentadores. Lo de menos eran los vídeos que en Antena 3 pusieron de los consejos poco útiles de los presentadores de la cadena o la explicación de cómo funciona el reloj. De nuevo Pedroche la mejor, porque consiguió la atención de todos los espectadores. Un vestido bonito en la parte de arriba y horrible en la parte de abajo dejaron a Carlos Sobera en un segundo plano. Demostró que ella viste como le da la gana, que es capaz de hacer la risa de Rajoy incluso cuando no viene a cuento. Una dosis de carácter para empezar el año con autoestima.

El espectáculo más chabacano lo dieron en Telecinco, a excepción de Marta Torné. Tras una cabecera que prometía, los presentadores de Cámbiame comenzaron el programa en ropa interior de color rojo. Pobre Marta, no sabía qué cara poner para que no se notara lo incómoda que estaba. Después se vistieron. La mejor la catalana, con un vestido correcto, porque los demás para ser asesores de moda dejaron mucho que desear. Pelayo parecía el muñeco de una cadena de comida rápida con la corona, Natalia más ñoña imposible y Cristina enseñando demasiado. A esto hay que añadir sus llantos y la explosión de emociones que no son propias de ese momento.

Chicote y Andrea Ropero pasaron por La Sexta sin pena ni gloria y en La 1 Anne Igartiburu y Ramón García los más clásicos, sin sorpresas, aburridos. Y enhorabuena a Canal Sur, que se quitó la espinita del año anterior y con la buena pareja formada por Manolo y Modesto dieron la bienvenida a 2016 como los andaluces y los almerienses se merecen.

Artículo publicado por Helena Arriaza en los diarios del Grupo Joly

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