Julien Fournié, el modisto francés que querría vestir a la duquesa de Alba

Julien Fournié

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Biznieto de españoles en el exilio, el modisto francés Julien Fournié, una de las jóvenes estrellas de la alta costura en su país, confiesa en una entrevista que adoraría vestir a la duquesa de Alba, de la que considera que, además de ser genial, es "un ejemplo para la juventud".

"No tengo clientas españolas, pero me gustaría vestir a la duquesa de Alba, la adoro, la quiero mucho, la encuentro genial. Se divierte, acaba de casarse... Es un ejemplo para la juventud", explica este modisto, cuyos diseños lucen, entre otras, la actriz y cantante Charlotte Gainsbourg.

El estilo futurista y tecnológico de Fournié, de 37 años, que el próximo julio presentará su nueva colección en la Alta Costura de París, triunfa en Oriente Medio, pero también se vende en Europa, Canadá y América Latina, donde en México y en Argentina tiene dos clientas, dos mujeres "que viajan mucho", aunque no precisa detalles.

En general, las compradoras de su moda ultra-chic son "muy muy jóvenes", ya que "buscan una alternativa a sus mamás" en los nuevos creadores, explica Fournié, quien antes de lanzar su propia marca, en 2009, trabajó con algunas leyendas como Montana, Jean-Paul Gaultier y Alexander McQueen.

De todo lo aprendido, extrajo entre otras conclusiones que "la clienta está cambiando", ahora va muy deprisa y gestiona su armario y su estilismo como un empresario, por lo que como modisto "hay que estar muy reactivo. Es genial", añade este gran amante de todo lo español. También está cambiando el cuerpo de la mujer, algo que un modisto "debe tener muy en cuenta", resalta Fournié. La nueva generación "es inmensa, veo a mis primas y miden 1,80 y 1,86 metros, como mis maniquíes y mis colaboradoras más jóvenes". Además, la cintura están cada vez menos marcada. Ya no hay corsés. Eran muy bellos esos talles marcados de los años cincuenta, pero si no se tienen en cuenta cambios como este se está "out", recalca. Ahora la cintura se puede recrear de otra manera, mediante el corte, pero la mujer ha cambiado y hay que darle esa indolencia que tiene hoy, mantiene el modisto.

"La buena noticia es que las clientas hacen lo que quieren, nosotros estamos para ayudarles a definir su estilismo", un trabajo también muy psicológico, matiza Fournié que prepara una nueva colección llena de colores eléctricos, inspirada parcialmente en el estilo de las superheroínas del cómic estadounidense.

No olvida tampoco, que la población envejece en Europa, y que hay una nueva generación de mujeres de más edad que siguen "muy jóvenes y dinámicas y quieren ser bellas, conquistar a sus esposos y ser madres supermodernas para sus hijos", algo que considera "muy refrescante". Es un gran salto al vacío. "Estamos en un periodo de mutación, en el que todo debe ser reescrito", también en el terreno de la moda, concluye.

En cualquier caso, la alta costura es para él "la más bella aventura humana en el mundo", ya que permite trabajar con talleres de "manos de oro" y artífices de increíble saber hacer, con los más bellos materiales del mundo y con la elite de la creación, "una verdadera suerte", confirma este modisto que, sin embargo, espera lanzarse al pret-á-porter "de aquí a un año".Fournié dice no querer abandonar la alta costura, porque es ahí donde puede trabajar sobre sus códigos e investigaciones, pero aspira a vestir "estos nuevos cuerpos de todas las edades", para que "todas las mujeres" tengan acceso a su universo, a un coste menor.

De momento, un traje de chaqueta Julien Fournié cuesta entre 15.000 y 22.000 euros y sus vestidos de noche empiezan a partir de 25.000 euros. Luego "no hay tope", comenta.

EFE

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