Era previsible pero no deja de ser sorprendente la forma en la que las estrellas de Hollywood se han volcado (estilísticamente hablando) con la llegada a la gran pantalla del séptimo episodio de Star Wars, el primero en diez años.

La noche del preestreno de El despertar de la fuerza en Los Ángeles no ha defraudado a nadie, 600 metros de alfombra roja en la que los guiños a la mítica saga fueron constantes. Y no sólo por la presencia del endeleble Han Solo, es decir de Harrison Ford, ya setentón, del brazón de su sobria esposa, Calista Flockhart, y de Carrie Fisher, la eterna princesa Leia, junto a su hija, Billie Catherine Lourd.

Los célebres invitados aparecieron bien disfrazados directamente, como es el caso de Joseph Gordon-Levitt, de Yoda, o con looks que hacían un guiño a la película, todo ello entre fans exultantes y un gran número de robots sobre la red carpet.

Sofía Vergara, que reapareció tras su boda del brazo de Joe Manganiello, fue una de las que se apuntó a la moda de 'que el peinado te acompañe' luciendo dos moñitos bajos que homenajeaban a Leia, eso sí la Leia del siglo XXI. También se inspiraron en la princesa Maria Menous, Karrueche Tran o Lupita Nyong'o. Esta última, siempre acertada, se puso 'la galaxia' encima con un vestido de lentejuelas y brillos de Alexandre Vauthier.

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Artículo publicado por Gema Amil en los diarios del Grupo Joly