El ballet está de moda. Cantantes, actrices y modelos ya lo practican pero, ¿cuál es su secreto? La clave está en la novedosa combinación de este clásico con danza y fitness para tonificar y moldear el cuerpo. El nuevo deporte se llama ballet fitness y no ha dejado a nadie indiferente. Drew Barrymore, Natalie Portman, Taylor Swift o Gwyneth Paltrow son solo algunas de las estrellas que se han dejado conquistar por esta nueva tendencia y ángeles de Victoria's Secret como Miranda Kerr o Doutzen Kroes también han apostado por sus ejercicios para mantener la figura perfecta que exige la conocida marca. La práctica del ballet fitness tiene beneficios cardiovasculares y mejora la coordinación, además de ser relajante y quemar calorías y toxinas. Todo son ventajas en este deporte que se puede realizar de igual forma con una pieza de Mozart que con éxitos de Beyoncé o Bruno Mars. Estos entrenamientos han enamorado incluso a Madonna, ya que trabajan especialmente la flexibilidad y la musculación interna, combinando también ejercicios de respiración. Sin duda, nada mejor que tonificar y moldear el cuerpo al ritmo de Britney Spears para quienes se aburren en las rutinas con aparatos o, simplemente, para las que quieran perder grasa muscular de forma divertida y dinámica.

El objetivo del ballet fitness es la búsqueda del bienestar tanto externo como interno a través de ejercicios marcados por el elemento clave del ballet : La música. Todo ello exento de la brusquedad de otros entrenamientos, que pueden hacer más difícil armonizar cuerpo y mente. En la nueva tendencia fitness el estrés no tiene cabida. Aunque llega desde Estados Unidos, no es difícil encontrar clases de ballet fit en España. Gimnasios y escuelas de baile incorporan ya este deporte que promete seducir aún a muchas más estrellas. Ya sea para huir de la rutina o del ajetreo diario nada mejor que probar esta nueva moda, que poco a poco se va haciendo hueco en revistas y publicaciones especializadas y descubrir si el fitness de las celebrities es también el tuyo. Déborah P. Marrodán