Ha sabido encontrar belleza donde otros sólo veían cotidianidad y ha puesto su propio sello al mundo de la moda. Mario Testino es, posiblemente, uno de los fotógrafos más influyentes de las últimas décadas.
Su objetivo ha sabido captar como pocos el lado más bello y sensual del mundo de las pasarelas, y las celebrities de todo el mundo han querido posar para él.
Siempre se sintió atraído por el mundo de la moda, aunque llegó hasta ella por una carambola del destino. Su afición por las matemáticas y los números le llevó a matricularse en Económicas al finalizar sus estudios, pero pronto vio que aquello era demasiado encorsetado para un alma tan libre como la suya, por eso probó suerte en Derecho, unos estudios que abandonaría poco más tarde para adentrarse en las Relaciones Internacionales.
Pero nada de aquello le convenció. Por eso, a los 20 años dejó atras su Lima natal y se embarcó en una aventura británica con un grupo de amigos; estaba decidido a encontrarle sentido a su vida. Y fue en Londres donde lo logró.
Mario dejó a un lado la vida acomodada y comenzó a trabajar como camarero, aunque, para lograr unos ingresos extras empezó a hacer books a aspirantes de modelos por el módico precio de 25 libras incluyendo maquillaje y peluquería.
Algunos cursos después, aquella afición por la imagen terminó convirtiéndose en su forma de vida. Ahora reconoce que sus primeros años los pasó imitando a los grandes porque para que un latino se abra paso en grandes ciudades de la imagen como Londres o Nueva York primero tiene que tener asegurada su plaza.
Y la forma en la que Mario comenzó a ganarse la suya fue dibujando una sonrisa en un mundo lleno de modelos con caras tristes y compungidas. Mario era demasiado vitalista como para seguir aquella estética y por eso, como buen latino, antes de dar al disparador de su cámara pasaba largos ratos dialogando con las modelossesiones de moda, lo terminó consiguiendo.
La sensualidad, la provocación y la belleza sin límites han sido y siguen siendo su mejor carta de presentación. Para él han posado las mujeres más bellas del planeta; desde las grandes tops hasta actrices y cantantes de primer nivel, pasando por la realeza, sobre todo la británica.
Una plaza que conquistó desfilando como lo haría modelo ante la mirada atónita de Lady Di, lo que consiguió crear con ella una complicidad que aún hoy sigue perdurando a través de sus herederos a los que ha fotografiado en sus imágenes más desenfadadas y ha retratado en citas importantes, como la pedida del príncipe Guillermo o el bautizo de su hija Carlota.
Al fin y al cabo, Lady Di ha sido una de sus grandes musas junto a Madonna y Kate Moss, a la que llegó a dedicar un libro a modo de homenaje.
Su cámara ha retratado la moda desde todas las aristas posibles y ha desnudado a los artistas más destacados de los últimos 40 años, pero todavía sigue teniendo retos, entre ellos, captar la sonrisa más sincera de la Reina Letizia, como en su día lo hizo con la princesa Diana.
I.Brea
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios