'Savoir faire'

Decálogo del zapato plano

Los zapatos planos de influencia masculina son una tendencia pujante esta temporada.

Los zapatos planos de influencia masculina son una tendencia pujante esta temporada.

1. Un truco visual que siempre funciona: elegir medias o leotardos del mismo color que el tono del zapato … ¡alarga la pierna! Que la vista no perciba un corte favorece, y mucho.

2. Con el típico zapato de cordones de estilo masculino (llamados brogue por el fashion system), optar por calcetines llamativos, como rojo pimiento o azul turquesa, da un toque muy 'cool', como de lord inglés.

3. Si por algún cruel motivo hubiera que quedase con un solo modelo de zapato plano, sin duda la opción más versátil sería un par de bailarinas, en color negro, lazo en el escote y puntera combinada en distinto material (como por ejemplo, en charol).

4. Tachuelas, tachuelas, tachuelas… para acertar esta temporada, no hay más verdad absoluta que esta. Da igual la tienda o zapatería: en todas se puede encontrar esta tendencia, que cuaja todo tipo de zapatos de pinchos.

5. Sí, el zapato plano sirve para ir arreglada. Ir pegada al suelo no es exclusivo de vestir de diario: solo hay que ver a Inès de la Fressange. Puro estilo sin un centímetro de tacón.

6. Desde hace un par de años, uno de los gestos 'fashion' más recurrentes es rescatar el espíritu de Michael Jackson (o la vuelta al cole) y hacerse con unos mocasines. Con antifaz, borlas, o el clásico modelo de pala alta, van perfectos con unos vaqueros básicos y un jersey de punto grueso.

7.Cuidado con los zapatos con pulserita, no le hacen favor al tobillo (no solo porque pueda clavarse, sino porque además acorta visualmente la pierna).

8. Es tiempo de dejarse seducir por el calzado de aire deportivo. Todas las revistas coinciden en que es lo más.

9. Para combinar zapato plano con pantalón, mejor que este sea de corte recto o estrecho.

10. Con falda, es momento de atreverse con un corto juvenil. El tándem de zapato plano y falda muy larga puede funcionar en pasarela, pero para el resto de las mortales no es la mejor idea.

Ángela G. Monzón

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